El fútbol chileno despide a una de sus figuras más emblemáticas. Este 19 de marzo, a los 83 años, falleció Hernán “Clavito” Godoy, un entrenador legendario que dejó una huella imborrable en todos los clubes donde dirigió. Su carisma, conocimiento y amor por el fútbol lo convirtieron en un personaje querido y respetado tanto por jugadores como por hinchas.
Su trayectoria comenzó dentro de la cancha, donde jugó como profesional entre 1958 y 1974, vistiendo camisetas en Chile, Centroamérica y Colombia. Pero su verdadera pasión y legado se consolidaron desde el banquillo. En 1974, tras colgar los botines, inició su carrera como director técnico, una labor que lo llevó a dirigir equipos en Chile, Guatemala, Indonesia y Estados Unidos. Su capacidad para transmitir su sabiduría futbolística y su inconfundible personalidad lo hicieron destacar en cada paso de su camino.
A lo largo de los años, “Clavito” no solo fue un estratega, sino también un formador y un motivador incansable. Su estilo frontal y su particular manera de vivir el fútbol lo convirtieron en un personaje entrañable dentro y fuera de la cancha. Más allá de los resultados, dejó enseñanzas y valores que permanecerán en la memoria de quienes compartieron con él.
Su legado perdurará en cada anécdota, en cada jugador que pasó por sus manos y en cada hincha que disfrutó de su pasión inagotable por este deporte. Hoy, el fútbol chileno está de luto, pero también agradecido por todo lo que Hernán Godoy entregó a este hermoso juego.
Abrazo fuerte al cielo, Clavito. Descansa en paz.